SEXUALMENTE SANTOS Pt. 1

Serie Sexualmente Santos.

Parte 1: El propósito para tu Sexualidad.

Introducción.

Hay muchas voces hablando de sexo, opiniones, conceptos, hábitos, etc. La voz de tus compañeros de clases, o de trabajo, la voz de Hollywood, la música, la televisión, tus padres, etc. Conceptos como “sexo seguro” la mentira más absurda de la historia, “hazlo, todo el mundo lo hace”, “si se aman ¿por qué no?”, “Es común, no seas tan religioso”, “virginidad es cosa del pasado”, etc. etc. etc.

Pero qué te parece si hoy vamos al Creador del sexo, Dios, Él tiene verdades que compartirnos acerca de tu sexualidad. Y te aseguro que serán mejores que cualquier otro.

Sin duda este tema es relevante pues algunas estadísticas reflejan que el 57% de jóvenes al llegar a los 17 años ya han tenido su primera relación sexual, y estamos hablando de jóvenes que asisten a las iglesias, algo en cuanto a la sexualidad no está bien.

Entonces, en esta primera parte el objetivo es definir Cuál es el propósito de Dios para nuestra sexualidad, y así tener un rumbo definido para caminar, y poder ser Sexualmente Santos.



1.¿Qué es ser Sexualmente Santos?

Para poder definirlo comencemos por estudiar estos dos términos por separado.



a. ¿Qué significa “Santos”?

1 Ped. 1:15-16.

“Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: “Sean santos, porque yo soy santo." NVI.



• Dios nos hace un llamado a vivir en santidad, y la palabra “Santo” significa “separado, apartado, consagrado PARA EL PROPOSITO DE DIOS”.

Dios tienen un diseño, un plan, una manera de llevar todas las áreas de nuestra vida, y vivir en santidad es esforzarnos en cumplir ese propósito, cualquier otra manera de hacer las cosas nos aleja de la santidad.



Por ejemplo: Dios tiene un propósito para tu vocabulario, cuando tu manera de hablar no está alineado con ese propósito te alejas de la santidad. Hay un propósito para tus ojos, cuando lo que miras no está acorde con el propósito de Dios para tus ojos, entonces te alejas de la santidad. Dios tiene un plan para tu sexualidad, cuando tu manera de manejar la sexualidad no está en línea con el propósito de Dios te alejas de la santidad.



La santidad la hemos convertido en algo tan “espiritiflaútico” que cuesta comprenderla, y la confundimos con “santulonería”, pero santidad es el hecho de cumplir el plan de Dios en todas las áreas de tu vida.



• La santidad requiere:

Esfuerzo. Sin duda debes esforzarte por andar en el camino angosto.

Práctica. Debes hacerlo cada día, y mejorarás.

Conocimiento. Para saber el propósito de Dios.

Decisiones. Para actuar y vivir en los principios de Dios y comprometerte con ellos.



De esa manera tus acciones, pensamientos, miembros de tu cuerpo, en fin tu vida se esfuerza en cumplir el propósito de Dios.



b. ¿Qué significa “Sexualidad”?

• No es “Sexo”. Generalmente cuando alguien se refiere a la palabra “sexo” se refiere a dos cosas:

Genero sexual: masculino o femenino.

Relaciones sexuales.



• Pero sexualidad es algo más integral, más completo. Es como en una comida, el plato fuerte, tal vez una bebida mas el postre hacen completa esa comida. El sexo es parte de la sexualidad, pero no es el plato completo.



Es importante hacer la diferencia en esto, porque tal vez no estés teniendo relaciones sexuales, pero no significa que tu sexualidad esté en la santidad de Dios, cumpliendo el propósito de Dios. Es importante que tu sexualidad esté alineada con Dios.



• La Sexualidad incluye:

1. Identidad sexual: identificarte, según corresponda a lo que significa ser hombre o mujer.

2. Conducta sexual: cómo expresamos nuestra sexualidad y nos relacionamos con ambos sexos.

3. Orientación sexual: ¿quién te atrae?

4. Valores sexuales: lo que es correcto o incorrecto, aceptado o rechazado, permitido o prohibido.



Todos los elementos anteriores definen tu sexualidad, y el manejo apropiado de ellos traerá como resultado una sexualidad saludable. El objetivo es que los elementos anteriores los manejes en santidad, es decir, según el propósito y voluntad de Dios. Una sexualidad saludable, creará relaciones saludables.



c. La sexualidad según el propósito de Dios.

Dios nos creó como seres sexuales, es decir, con una manera de relacionarnos y manifestar nuestra sexualidad. Más allá de la relación sexual, nuestra sexualidad tiene relaciones, manifestaciones, valores, que deben estar alineados al propósito de Dios (santidad) y entonces seremos: Sexualmente Santos. Dicho de otra manera una sexualidad que cumple con el propósito de Dios para ella.



Tu manera como miras a los jóvenes del sexo opuesto, como les hablas, lo que piensas de ellos, como te vistes, quién te gusta según tu género sexual, cómo te identificas con tu propio género sexual, la pureza, honestidad, dominio propio, los valores que te guían para tomar decisiones en cuanto a tu sexualidad debe estar alineado con el propósito de Dios, entonces serás Sexualmente Santo.



2. Entonces, ¿cuál es el plan de Dios para tu sexualidad?

Ahora revisemos algunos principios que definen el propósito de Dios para nuestra sexualidad. Estos son algunos parámetros que nos guían en cuanto a la sexualidad que Dios quiere que vivamos. Seguir estos principios te meterán en el camino para vivir Sexualmente Santos.



a. La sexualidad es don de Dios y es bueno. Gen. 1: 26-28 y 31.

Dios formó al hombre y mujer distintos, para complementarnos en todos los sentidos, aun en lo relacionado con el sexo. Dios es el creador del sexo, Él es el origen de nuestra sexualidad. Es su diseño, por lo tanto, él entiende tu sexualidad y te ayuda para vivirla correctamente. Siga las instrucciones del fabricante y no de otros.



b. El sexo va más allá de ser un instrumento de placer. Gen. 2:18-25.

En primer lugar Dios creó un hombre y una mujer, dos géneros sexuales, nada más, no hay terceros, las relaciones sexuales en el orden de Dios es entre hombre y mujer, relaciones heterosexuales.

Y estas relaciones no son solo un método de reproducción ni de placer, las personas no son objetos para aprovecharse, el sexo tiene sentido en el marco de una relación comprometida de amor permanente que se llama matrimonio, porque es parte de una dinámica de comunión, apoyo, compañía e intimidad.



c. Los placeres del sexo son para disfrutarse en el marco apropiado. Cant. 1:1-3.

La intimidad sexual, implica placer y disfrute, sin duda los provee, este don de Dios trae satisfacción a tu cuerpo. Pero este nivel de placer está reservado para la vida matrimonial.



d. Nuestras relaciones se rigen por AMOR. Mt 22:34-40.

Todos los “HAGAS” y “NO HAGAS” de Dios tienen que ver con amor. Ese es el gran mandamiento, es lo más importante. De igual manera nuestra sexualidad debe estar regida por amor y no pasiones, lujuria o placeres. El disfrute del placer sexual se da en un marco de amor y no se usa como medio de placer egoísta y lujurioso. Las relaciones plenas se sostienen por amor y no por el acto sexual.



e. Todos los miembros de tu cuerpo son instrumentos de justica. Rom. 6:12-20.

Todos los miembros de nuestro cuero, incluyendo los órganos sexuales, deben ser instrumentos de justicia. Y esto significa que el Espíritu Santo debe guiar las acciones de nuestros cuerpos y los deseos de nuestra mente. Masturbación, homosexualidad, sexo fuera del matrimonio, pornografía, lleva a nuestros cuerpos al pecado, a obras de injustica. Esto nos saca del plan de Dios para nuestra sexualidad. Evita seguir los deseos del cuerpo, es natural sentir un deseo intenso sexual, pero Dios te ayuda a superar esas tentaciones.



f. Nuestra sexualidad debe estar alineada con nuestra fe y la santidad. Ef. 5:3.

Cuidado con las conversaciones, acciones y desarrollo de nuestras relaciones, nuestra vida debe ser el reflejo de nuestra fe. Nuestro comportamiento sexual debe estar alineado a nuestra fe.



g. Tu sexualidad debe desarrollarse en un marco de seguridad, no de peligro. 2 Tim. 2:22.

Cualquier cosa que ponga en peligro tu integridad sexual debes huir de eso. Ya sea en un aspecto físico, emocional o espiritual, cualquier amenaza a la santidad de tu sexualidad aléjate de allí.

Los siete principios anteriores acerca de la sexualidad, nos dan una luz bastante acertada y completa del propósito de Dios para la sexualidad, acercarte a esos principios te acerca a una vida sexualmente santa, alejarte de ellos, te pone en peligro. Toma esos principios y analízalos con respecto a tu sexualidad, haz aplicaciones, memorízalos, revísalos constantemente, compáralos cuando encuentres tentaciones o situaciones que involucren tu sexualidad.



Conclusión.

Vive un estilo de vida llamado “Santidad a Jehová”. Ser Sexualmente Santo, es cumplir el propósito de Dios para estas áreas de vida. Recuerda que estás aparatado, separado para cumplir el propósito de Dios en tu sexualidad.